Leía esta mañana:
El ordenador Amstrad CPC tal como fue anunciado en la televisión española entre 1984 y 1985. pic.twitter.com/XNUvHb7Xo1
— Program Bytes 48k (@pb48k) January 25, 2020
❤️ Y es que “contigo empezó todo”. Aún lo tengo en casa, funcionando. Además de las decenas de juegos transcritos desde revistas, aún guardo las cintas con los primeros programas de cosecha propia: mini-juegos tipo “escoge tu propia aventura”. 7 años tendría o por ahí…
Recuerdo pasarlo en grande, transcribiendo juegos y programas con mis padres (qué paciencia), tratando de encontrar dónde nos habíamos equivocado cuando después de dos horas de picar, el RUN lanzaba un SINTAX ERROR en la línea vete a saber. Aunque repitiera código como un lorito, creedeme que acabé aprendiendo bastante de aquellas sesiones. Dió además la casualidad que por aquel entonces mis tíos Jordi y Siscu, no adolescentes pero muy jóvenes, se habían aficionado a sus Commodore 64 y MSX respectivamente, y también hacían sus pinitos programando. Llegaron al acuerdo con mis padres de darme clases de BASIC los sábados por la mañana. Iba a su casa y hacíamos algunos ejercicios durante una hora aprox. La siguiente nos la pasábamos viciándonos a algún videojuego: Penguin Adventure, Frogger, Freddy Hardest, Phantis..
Esos primeros pinitos despertaron el gusanillo, que luego me hizo apuntar a una academia de informática (la versión vintage de los Bootcamp actuales 😅), Infodat se llamaba: Gwbasic, COBOL, Pascal… Y de ahí, ya con 10-11 años, ya alguna cosa en serio, el típico “altas-bajas-modificaciones-consultas”, en COBOL, con sus interfaces molonas con caracteres ASCII, para la gestoría de mi padre. Inexplicablemente para mi “versión actual”, nunca contemplé la programación como una alternativa profesional, y fui avanzando en el sistema según se esperaba: Derecho al terminar COU, para seguir con el negocio familiar. Lo dejaría a los dos años. Psicología más tarde… Y fue en la universidad, sobre el 97, cuando empecé a meter la nariz en Internet. Y de nuevo el gusanillo. ☺️ HTML, ASP, PHP…
Y más o menos por aquel entonces, por primera vez pensé “Wait. Y si?…”. Y me pondría a buscar, aprender, hacer algunas mis primeras páginas estáticas en Geocities, mis primeras aplicaciones para el Centro de Cultura en el que trabajaba, algunos trabajillos de freelance… Y de ahí mis primeros trabajos como desarrollador web, en los tiempos de los webmasters (eso si eran fullstack! 😅), en dos o tres agencias. Me costó darme cuenta, pero oye, hubo final feliz.
Después de eso: Softonic, Obolog, Nexoblogs, Splitweet, Uvinum / Drinksco… Y te das cuenta de aquello de que todo largo viaje empieza con un pequeño paso.
Y que hay que dar las gracias. Más a menudo. Que si, que mola mucho la idea de que “nos hacemos a nosotros mismos”. Y desde luego las decisiones que tomamos moldean a dónde vamos. Pero hay tela de personas que, poniendo semillitas, confiando en nosotros, dándonos ejemplo… nos ayudan a tomar las decisiones correctas. Que gracias, mamá, papá, por aquel primer ordenador y las horas invertidas juntos. Jordi y Siscu por aquellas clases. A los profes de Infodat por darle forma a todo aquello. Y a los que han venido después y me han ayudado a definirme y crecer profesionalmente durante los últimos 20 años. Y es que con la newsletter de @david_bonilla de la semana pasada y el anuncio me puse nostálgico. 🤷🏻♂️