Leo en Denken Über y Alt1040 acerca de los servicios que ofrece Cink, una empresa ubicada en Barcelona, y no salgo de mi asombro. ¿Cómo alguien puede haber entendido tan al revés qué es esto de la web social?
Cink se vende a sí misma como una empresa que ofrece dinamización de social media para empresas. A priori parece una muy buena idea: expertos asesorando a empresas acerca de cómo sacar partido a los medios sociales online, promoción de noticias, blogs, microblogging corporativo...
Lo que pasa es que desde Cink proponen algo totalmente diferente. No te asesoran, sino que se encargan directamente de: escribir los posts de tu blog corporativo, twittear por tí, enviar notícias a menéame, añadir enlaces de tu web a del.icio.us, crear "causas" en Facebook... Y eso no es promoción social, eso se llama SPAM. ¿Qué sentido tiene un blog corporativo si no lo escribe la propia empresa? Ninguno. ¿Qué aporta un twitter mantenido por una persona que no trabaja en nuestra empresa? Nada.
Bueno, miento, sí que aporta algo: aporta ruido y más ruido a las redes sociales en las que participan. Sólo espero que sus potenciales clientes tengan el sentido común necesario y se den cuenta del sinsentido de la propuesta...
Actualización: A través de comentarios en varios blogs, algunos de los directivos de Cink (Marc Vidal, por ejemplo) han tratado de matizar el carácter de los servicios que ofrece la empresa. Haciendo caso a sus comentarios, parece que su intención tira más hacia "asesorar y guiar" a las empresas que a encargarse por completo de la presencia en los "social media" de éstas. Y me parece fantástico. Pero... creo que no han acabado de transmitir muy bien el mensaje a través de su página web.
El hecho que sus servicios estén tan paquetizados, llegando a especificar la cantidad de twitts diarios que enviarán, o la cantidad de favoritos que añadirán en del.icio.us cada mes... y que todas las actividades parecen estar llevadas a cabo desde Cink y no desde la empresa en cuestión no ha ayuda mucho a entender el mensaje creo yo.
En fin, que a veces es tan importante lo que se hace como lo que se dice que se hace.