Hace poco leí un artículo muy interesante de Paul Graham, y hoy al encontrarlo referenciado en el blog de Alberto Knapp , no he querido dejarlo pasar sin compartirlo contigo. Se trata de una de estas típicas listas de "N cosas que nunca debes olvidar/hacer", orientada a emprendedores y redactada pensando en proyectos online, aunque algunos puntos son fácilmente extrapolables a modelos fuera de la red. Algunas obvias, otras no tanto. Interesante en general.
Paul nos enumera los "18 errores que pueden matar una Startup" de la siguiente manera:
- Tener un único fundador
En esto no estoy del todo deacuerdo, o al menos no con los argumentos que usa... Efectivamente, no hay muchas empresas con un único fundador... pero haberlas háylas, conozco algunos casos de primera mano... - Escoger mal la ubicación
Por muchos motivos: recursos, instalaciones, proximidad a posibles proveedores, a clientes, a inversores, a colaboradores... Aunque tu idea de negocio esté online, la gente que va a moverlo en el futuro... no. - Nicho demasiado reducido o limitado
De qué sirve ser el primero... de algo que nadie quiere? Paul aconseja no amedrentarse ni dejarse influir por un "complejo de inferioridad"... Para eso puede ayudar pensar en la idea en tercera persona: "Para cualquier otro... que sería una gran idea de negocio?" - Usar ideas de otros
Alberto no lo tiene muy claro, y por mi parte no estoy en absoluto de acuerdo en este punto. Las ideas per sé no triunfan. Triunfan las implementaciones. Google casi nunca ha hecho nada nuevo, ha hecho cosas que otros ya hacían, pero las ha hecho mejor que nadie. Y ahí están los resultados. - Obstinación
Pues eso... si tú no te lo crees, y no te entregas en consecuencia apaga y vámonos. - Contratar malos programadores
Pues serán el motor de tu bólido. - Escoger la plataforma incorrecta
Y cuál es la plataforma correcta. No hay una sóla respuesta a esto ( aunque algunos sólo tengan ojos para los Rubíes ). Esos buenos programadores que habremos contratado haciendo caso al punto anterior nos darán la respuesta: aquella plataforma sobre la que se desenvuelvan de forma más ágil será la correcta. - Tardar demasiado en salir a la luz
Muévete, sin parar. Nada ni nadie es perfecto. ¿Funciona? Ok, pues vamos allá. No vale la pena preocuparse en exceso por problemas que aún no existen. - Salir a la luz demasiado pronto
Mira que te lo pregunté... ¿Funciona? Igual que dormirse en los laureles puede ser contraproducente, también puede serlo salir en pañales. Tu imagen y tu credibilidad quedarán heridas de muerte. - No tener ningún usuario específico en mente
Intenta gustarle a todo el mundo y vas a tenerlos a todos descontentos. - Invertir demasiado poco
- Gastar demasiado
- Invertir demasiado
En definitiva: gestiona bien tus dineros, prioriza tus gastos, sé realista con las inversiones, no escatimes en lo crítico... Y asegúrate de que eres TÚ quien lidera el proyecto y lo conduce y no LA INVERSIÓN. - Mala gestión de inversores
Que ya, que sí, que a tí lo que te gusta es dedicarte a lo que sabes, pero antes o después tendrás que entablar contactos con inversores que permitan a tu negocio dar el salto necesario. Saca brillo a tus dotes sociales, y hazlo lo antes posible. - Sacrificar usuarios por supuestos beneficios
Céntrate primero en conseguir usuarios, que les guste lo que haces, antes de preocuparte en exceso cómo van a pagarte por ello... Ya es suficientemente difícil. Pensar en el modelo de negocio es importante. Pensar en el producto es CRÍTICO. - No querer ensuciarse las manos
Debes ser el primero en arremangarte y esforzarte en sacar el proyecto adelante. "El ejemplo arrastra". ¿Cómo si no vas a convencer? - Peleas entre socios
O "el maravilloso y difícil arte de dialogar" - Esforzarse "a medias"
Y aquí entra en juego lo que cada uno entienda por "esforzarse a medias". Paul se plantea que, aunque los grandes fracasos hacen mucho ruido, la mayoría de ideas emprendedoras que fracasan, lo hacen porque sus percusores nunca llegaron a implicarse "del todo". Siguieron con sus trabajos estables, con sus ingresos fijos, sin llegar a lanzarse nunca de lleno con su proyecto, y eso fue lo que lo mató poco a poco.
Éste último punto es, por encima de los demás, el que más dudas existenciales me plantea. ¿Puede realmente una idea llegar a tener éxito "poco a poco"? ¿El hecho que sólo dedique horas sueltas de mi tiempo libre a estos proyectos los condena a una muerte lenta y silenciosa?, ¿les resta credibilidad, ¿les resta calidad? Me gustaría creer que no, pero no dejo de encontrar opiniones que se reafirman en esta idea, como la de Jesús Encinar en "Empezar una empresa no es un hobby ", que me dejan la moral por los suelos.
Yo, por si acaso los gurús se equivocan, seguiré metiendo horas, a primera hora de la mañana, antes de salir para el trabajo, durante las tardes y también a altas horas de la noche, los fines de semana, e incluso cuando estoy de viaje. ¿Quién sabe? A veces ocurren cosas increíbles. Y yo soy muy cabezón.