Ayer celebramos el cumple de Esteve por todo lo alto en su nuevo piso, con bebida, comida, Karaoke y proyector incluidos. Un detalle por su parte (ya sabes Esteve que tendré que estar bebido para montar algo así en nuestro tesssssoro... que m'ha costat molts tssssèntimsss! Jajaja...). Cantamos, berreamos, nos reimos, bebimos, vimos en barça en una tele de 5 pulgadas en blanco y negro y admiramos el nuevo loft de Esteve i Marian. Un estreno de los buenos. Luego, de madrugada, volvimos a nuestro piso a pasar nuestra primera noche, colchón hinchable en mano. Esta mañana teníamos que probar los regalos que nos hicieron ayer, principalmente un limpiador de estos de vapor que es tremennnndo. Total, hemos dejado los baños y la cocina como los chorros del oro. Y noto que cada vez que tenemos que cerrar la puerta y volver a casa (de nuestros padres) son más las ganas de volver, de poder instalarnos en el piso y empezar. Empezar desde 0. ¡Es nuestra casita!