Empiezo a estar un poco harto de escribir siempre sobre lo patética que se está convirtiendo mi vida por momentos. Creo que pongo de mi parte para que las cosas sean diferentes, pero hay situaciones que no puedo controlar conscientemente. Cómo se supone que tengo que salir de este puto agujero? Lo he intentado de todas las maneras que he podido y cuando creo que lo estoy consiguiendo, parece que de alguna manera los acontecimientos se suceden de forma premeditada para volver a dejarme en el punto de partida. O más abajo incluso.
Pensé que simplemente me estaba obcecando demasiado y mi propia obsesión había dado paso a imaginaciones varias y alucinaciones, pero hoy por casualidad me han confirmado que no. Realmente lo ví. Ha venido a verla y a estar con ella, unos días supongo. Ha sido un golpe duro. Directo al estómago. O no, un poco más arriba a la derecha. Con punta afilada. Y fría. No recordaba lo desagradable de esa sensación. Todos los buenos sentimientos que intento mantener a la fuerza se tornan lentamente en oscuras y cancerígenas nieblas que se extienden hasta cubrirlo todo, y no puedo detenerlo. No tengo ya fuerzas. Si tiene que ser así, pues que así sea. Ya no sé lo que creer, qué es real y qué no. No creo que pueda volver a soportar la mirada a esos ojos. No quería que esto ocurriera así, te lo aseguro. Lo sabes. Pero los acontecimientos me superan.