Albert García Gibert

Este fin de semana tocaba ir de tiendas en busca de un mueble para nuestro recibidor. Algunas de las posibilidades iniciales nos tiraban un poco para atrás por el precio. Silvia había visto un par de zapateros + espejo bastante bonitos en Kibuc, pero subían a los 700€. "Mucha pasta", pensaba yo... ¡Iluso!

El viernes por la tarde pedimos un par de presupuestos más en algunas tiendas de muebles de Terrassa, y uno de los que más se acercaba a lo que queríamos ( mueble sencillo con estanterías y unas puertas, no muy alto, para utilizarlo como zapatero ) nos salía, espejo incluído, por... 1.200€ !!! Increíble... me alucina que alguien se deje más de 1000€ en un recibidor...

Hoy recordaba con unos compañeros del trabajo este vídeo... todo un clásico de la mano de Cesar Barachu, el actor que interpreta al entrañable Bernardo de "Camera Cafe". No os lo perdáis. "En general... va a tener que cambiar de hobbiesss..."

Un año y medio después de iniciarse el procesamiento de Farruquito a raíz del atropello mortal a un transehúnte + omisión de socorro + posterior fuga + atribución de culpabilidad a un inocente ( su propio hermano menor ), parece que se ha aplicado el principio de igualdad ante la ley.

Tras la negativa de la jueza encargada del caso a la sustitución de la condena a 3 años de prisión por multa o trabajos comunitarios, Farruquito ingresaba en la cárcel de Sevilla II , con una pose fría y desafiante, como la que han exhibido él y su familia en más de una ocasión durante el proceso.

Hace ya unas semanas que recibí en casa el nuevo iMac. Haciendo uso los préstamos a interés 0% ofrecidos por nuestro banco en colaboración con el plan Avanza del ICO, nos hicimos nuestro, primer auto-regalo de navidad ( pagadero a tres años vista... ) : un fabuloso iMac de 24". Mi viejo PC, un Pentium IV, ya echaba humo, y cuando se me ocurría abrir algún archivo de Photoshop más grande de la cuenta mientras tenía el servidor corriendo o mientras escuchaba música, ya no tenía fuerzas ni para colgarse, pobre... Dejándome llevar por los consejos de algunos compañeros del trabajo, y mi debilidad injustificable por las cosas... bonitas, pensé que era el momento oportuno para dar el salto. El salto a Mac.

¡No he podido resistirme , me parece buenísimo!

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