Albert García Gibert

Empiezo a estar un poco harto de escribir siempre sobre lo patética que se está convirtiendo mi vida por momentos. Creo que pongo de mi parte para que las cosas sean diferentes, pero hay situaciones que no puedo controlar conscientemente. Cómo se supone que tengo que salir de este puto agujero? Lo he intentado de todas las maneras que he podido y cuando creo que lo estoy consiguiendo, parece que de alguna manera los acontecimientos se suceden de forma premeditada para volver a dejarme en el punto de partida. O más abajo incluso.

Hoy el día no ha empezado mal del todo, pero ha ido estropeándose a medida que pasaban las horas. Ha sido una especie de deterioro psicológico progresivo. Aqui estoy. Tu y yo. No. Yo. Sólo. Realmente SOLO. Así me siento. Así me he sentido durante todo el día. Siento demasiadas cosas y creo que no tengo suficientes palabras para expresarlo, así que dejaré las letras para otro día. Hoy ha sido un día de sensaciones, de imágenes y de recuerdos.

Hace ya unos días que no escribía, pero es que esta semana ha sido algo... intensa. No recordaba ya qué era trabajar a jornada completa. Y tan completa. Estos 3 últimos días he entrado a las 9 y he salido a las 9... 11 horas si quitamos la hora que salgo a comer... espero que no se convierta en una costumbre. La verdad es que estoy un poco decepcionado con el nuevo trabajo, no era lo que me esperaba. Se trata de un tio, con bastante dinero parece ser, que en su dia decidió ponerse a comprar dominios importantes a tutiplen, unos 6.000 y pico. Y ahora ha decidido que quiere empezar a ganar dinero con ellos. El problema es que no parece estar muy puesto en el tema y tiene la mentalidad de que internet es como hace 10 años: cree que colgando cualquier cosa en esos dominios lloverán empresas solicitando publicitarse en sus páginas...

Son pocas pero valen por un millón, sólo hay que saber mirar cuando pasan cerca de tí. Almas generosas, hadas buenas, que aparecen cuando menos lo esperas y en el lugar menos pensado, para recordarte lo genial que es vivir mil años de pesares por un instante de placer. Hoy alguien ha tenido un detalle muy bonito conmigo. Aquí lo teneis. Y ésta es su página.

Qué pronto ha oscurecido hoy... entre el cambio de hora y que el invierno está cada vez más cerca, són las 7 de la tarde y ya es de noche! Ahora hace un rato comentaba con unos amigos lo mucho que me gusta pasar frío cuando llega el invierno. Bueno, no exactamente el hecho de pasar frío, si no lo agradable que es poder abrigarte y sentir ese calorcito debajo de mantas, edredones, chaquetas, (abrazos, caricias, besos...) Estas navidades creo que habrá pocos de estos últimos, aunque quizás los recuerdos también puedan dar algo de calor, nunca lo he probado...