Vacaciones en Roma: de vuelta de la Ciudad Eterna

Vista del Vaticano desde Vila Borghese

Este año todavía no había cogido vacaciones, más allá de días sueltos para alguna escapada. Y aunque este año hemos aprovechado esas "escapadas" de 3 días mejor que ningún otro (los viajes a Milán o Moscú fueron de tan sólo un fin de semana), la verdad es que empezaba a necesitar urgentemente unas vacaciones largas, de esas en qué ya no recuerdas qué dia de la semana es, en qué estás tan lejos de casa como para no poder recibir llamadas ni leer el mail, de esas en que, de verdad, desconectas. Y como al final todo llega, el pasado 18 de octubre empezaron mis esperadas dos semanas de vacaciones: turn off.

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Córcega: Isla de tortuosas carreteras

Para las vacaciones de este año decidimos organizarnos para coincidir e ir de viaje con un grupo de amigos. Sin más premisas que divertirnos y descansar, estuvimos barajando diferentes posibilidades: viaje en furgoneta por la Costa Azul francesa, ruta folclórico-fiestera por la Castilla profunda, varios paquetes turísticos pre-cocinados... pero finalmente la isla de Córcega se llevó la papeleta.

Alquilamos a través de internet una casita en Alata, una población cercana a la costa sur de la isla y a 8 Km. de una de las ciudades portuarias más importantes, Ajaccio. Puesto que la limitación económica era un punto común a todos nosotros, descartamos de inicio hacer el viaje hasta allí en avión, así que el Ferry fué la alternativa más factible.

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Mini-vacaciones en Castellón

Una vez terminadas las vacaciones, lo único que nos queda son los recuerdos. Y las fotografías son una de las mejores maneras de evocarlos. Aquí van algunas fotos de los días que pasamos en la casa de mis padres en Castellón. El reportaje de Córcega is coming...

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La revancha

Después de que unas desafortunadas circunstancias hace algunas semanas echaran por tierra nuestra escapada blanca, hace unos días le tomamos la revancha a la nieve, a las nubes y al hombre del tiempo de TV1. El sol y la nieve polvo fueron una constante, y el pack "todo incluído" del hotel puso la guinda al pastel.

Confirmado, 3 días de vacaciones son suficientes para desconectar. En la segunda bajada ya ni me acordaba de dónde trabajaba. Eso si, lo confieso: leí el correo y revisé OboLog desde el ordenador de la cafetería. Inocente

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